BACHILLERATO POR EXCELENCIA.
Hace escasos días, a través de los medios de comunicación nos enteramos de que el Gobierno madrileño había decidido implantar lo que llaman Bachillerato por Excelencia. Este estará compuesto de los mejores docentes y alumnos.
Del Bachillerato por Excelencia, como de todo, se pueden encontrar aspectos positivos y negativos.
En mi opinión hay dos problemas principales; Exactamente qué quiere decir mejor alumno, que es el que saca las notas más altas, el que en la relación esfuerzo calificación es el mejor, el que más interés plantea, el que…habría un sinfín de aspectos que nos llevarían a escoger alumnos muy diferentes. Una vez aclarado el término “mejor alumno” ¿qué pasaría con aquellos que no fueran los mejores en todas las materias?
Dejando de lado los diversos matices que podríamos encontrar en “mejor alumno” nos situaríamos en el de “mejor profesor”, de nuevo, ¿quién es el mejor profesor? ¿por qué seleccionar a un profesor y no a otro? ¿es el qué tiene más conocimientos el más capacitado para transmitirlos? Nos volvemos a encontrar en un inmenso cuestionario con preguntas demasiado difíciles de contestar.
Una vez que se aclarasen los que considero los principales problemas de este Bachillerato por Excelencia deberíamos tratar de ser objetivos y poner una balanza, olvidando quiénes han tomado tal decisión.
Podemos ver este Bachillerato como un paso a la educación individualizada o por el contrario como una separación de alumnos que lleve a claras diferencias y refuerce problemas como el buling, como una posibilidad para aumentar el nivel de los más capacitados y profundizar en aspectos que no podrían tratar en un aula común; como una separación entre iguales (mejores, peores y medios), o como una unión de iguales (todos los mejores)… estas, entre otras deberían ser las razones, mediante nuestros criterios, las que nos hicieran posicionarnos a favor o en contra del Bachillerato por Excelencia.
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